lunes, 26 de diciembre de 2011

Tu tienes una mirada demasiado pintoresca, una mirada color infinito. Tu me pones el estomago blandito. Vamos pasito a pasito, siguiéndonos las huellas, caminando en una tómbola de estrellas, un trayecto con clima perfecto; regalame una sonrisita con sabor a viento. Tu eres mi vitamina del pecho, mi fibra. Tu eres todo que me equilibra.
 Un balance, lo que me complementa,
un masajito con sabor a menta.