sábado, 31 de julio de 2010

Me despierto pensando si hoy te voy a ver,
pero es inútil negarlo: tu me estás atrapando otra vez.
Eres un ángel maldito, eres el caballero más cruel.
Un arma de doble filo: contigo sólo puedo perder,
Y aunque alguien me advirtió, nunca dije que no,
y ahora tengo que esconder las heridas.
Y ese pulso que jugué, porque quise lo perdí,
Nunca me podré alejar de ti
Te extraño cuando llega la noche
pero te odio de día.
Debería dejarte, irme lejos, no volver.